Comentario
La batalla de Qadesh enfrentó a egipcios e hititas hacia el año 1295 a.C., siendo una muestra más de los continuos conflictos que ambos países mantenían. Ramsés II de Egipto contaba con los sardos como principales aliados mientras que Muwatalli de Hatti había reunido a su alrededor una coalición formada por los pequeños estados del norte de Siria y Anatolia, los dardanos, los misios, los licios y los pedasios, entre otros.
Ramsés había organizado un ejército dividido en cuatro secciones, encomendando cada una de ellas a los dioses Amón, Ptah, Seth y Ra. El faraón, al mando de las tropas de la primera división, llegó hasta el valle de la Beka con el fin de sitiar la fortaleza de Qadesh, aliada de los hititas. Las otras tres divisiones se acercaban por el sur. Las tropas de Muwatalli atacaron por sorpresa y Ramsés convocó a su Estado Mayor para tomar una decisión. La división de Ra fue atacada por el centro y los enemigos de Ramsés se plantaron frente a su campamento.
Según nos cuentan los numerosos textos hallados en los templos egipcios, Ramsés vio como sus soldados le abandonaban y era rodeado por 2.500 carros ocupados por tres hombres cada uno. El faraón decidió pedir ayuda a sus dioses; Amón le escuchó y acudió en su ayuda, por lo que "los tripulantes de los dos mil quinientos carros en medio de los cuales yo estaba se convirtieron en cadáveres delante de mis caballos". Muwatalli envió un segundo ejército de mil carros compuesto por los príncipes y mejores capitanes de los territorios aliados, corriendo la misma suerte. "La llanura de Qadesh se puso blanca de cadáveres" nos cuentan los textos. Ramsés había derrotado a 3.500 carros por sí sólo, evitando así la emboscada de su enemigo.
Sinceramente, no es muy creíble el relato narrado en los templos egipcios. Los especialistas se inclinan a pensar que, efectivamente, se produciría el exitoso ataque de Muwatalli, que rompió uno de los cuerpo de ejército egipcios antes de llegar al campamento de Ramsés. El faraón se recuperó y al frente de su cuerpo de carros consiguió repeler un primer ataque mientras que el segundo cuerpo de carros enviado por Muwatalli fue expulsado ante la llegada de las tropas del Naharin.
Los hechos fueron utilizados por Ramsés en beneficio propio para justificar el haber caído en una emboscada y no haber tomado Qadesh. Pero este maquillaje de la realidad será una muestra más del poder faraónico con el fin de demostrar que su derrota era difícil de imaginar.